23 agosto, 2012

Consejos para prevenir las enfermedades relacionadas con el cambio climático.

La mejor defensa es la prevención. He aquí algunos consejos para la prevención que debería comunicar el sistema de salud pública para dar a conocer a la población sobre las posibles amenazas que los cambios climáticos traerían. Además de ser acompañada por una fuerte campaña de cuidado del medio ambiente que en el largo plazo se verá muy afectado por el comportamiento de los seres humanos.
  • Beba más líquidos (no alcohólicos), independientemente de cuánta actividad realice. No espere a tener sed para beber. Advertencia: Si su médico le limita en general la cantidad de líquido que puede beber o le ha recetado pastillas diuréticas, pregúntele cuánto debería beber durante los días de calor.
  • No beba líquidos que contengan cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, pues en realidad le hacen perder más líquido corporal. Además, evite las bebidas muy frías porque pueden causar calambres estomacales.
  • Permanezca adentro y, si es posible, en un lugar con aire acondicionado. Si su casa no tiene aire acondicionado, vaya a un centro comercial o a la biblioteca pública, pues incluso unas pocas horas en un ambiente con aire acondicionado pueden ayudar a su cuerpo a mantenerse más fresco cuando vuelva al calor. Averigüe con su departamento de salud local si existen albergues de refugio para protegerse del calor en su área.
  • Los ventiladores eléctricos pueden proporcionar comodidad, pero cuando la temperatura llega casi a 100°F, los ventiladores no van a evitar que sobrevengan enfermedades relacionadas con el calor. Tomar una ducha o un baño con agua fría o trasladarse a un lugar con aire acondicionado es una forma mucho mejor de refrescarse. La utilización de aire acondicionado y ventiladores debería ser cuando realmente sean necesarios, ya que el abuso de utilización también saturaría el sistema de energía y ocasionaría daños al medio ambiente.
  • Use ropa ligera, holgada y de colores claros.
  • NUNCA deje a nadie en un vehículo estacionado y cerrado.
  • Aun cuando cualquier persona puede sufrir en cualquier momento de una enfermedad relacionada con el calor, algunas son más susceptibles que otras. Vigile constantemente:
    • Bebés y niños pequeños
    • Personas a partir de los 65 años de edad
    • Personas con una enfermedad mental
    • Quienes tienen una enfermedad física, en especial una enfermedad cardiaca o hipertensión arterial
  • Visite a los adultos expuestos al riesgo de enfermarse al menos dos veces al día y observe cuidadosamente si presentan síntomas de agotamiento por calor o de insolación. Los bebés y los niños pequeños, por supuesto, deben ser observados con mayor frecuencia.
Si tiene que estar al aire libre en el calor:
  • Limite sus actividades al aire libre por la mañana y al atardecer.
  • Reduzca sus ejercicios. Si tiene que hacer ejercicios, tome de dos a cuatro vasos de líquidos fríos sin alcohol cada hora. Las bebidas deportivas pueden reponer las sales y los minerales que pierde al sudar. Advertencia: si usted mantiene una dieta baja en sal, hable con su médico antes de tomar bebidas deportivas. Recuerde también la advertencia del primer “consejo” de nuestra lista (arriba).
  • Trate de descansar frecuentemente a la sombra.
  • Protéjase del sol llevando puesto un sombrero de ala ancha (que también lo mantiene más fresco), anteojos de sol y aplíquese protector solar de Factor 15 o más alto (los productos más eficaces indican “amplio espectro” o “protección contra UVA/UVB” en sus etiquetas).